jueves, 27 de septiembre de 2012

AYER LLORÉ.

Ayer lloré. Ayer fue testigo de una serie de actos que NO son propios de un país democrático. Vi como se apaleaba a gente indiscriminadamente, sin importar sus acciones. Vi como "policías" cercaban estaciones de tren y de metro mientras daban porrazos en la cabeza a gente inocente y rompían cámaras para que no se pudiera dar testimonio de lo que estaban haciendo. También vi como estos "policías" no llevaban identificaciones para poder actuar impunemente. También vi como algunos de ellos estaban mezclados entre el pueblo para generar violencia que luego ellos mismo "trataban de erradicar" utilizando violencia al cubo.

Todo esto me hizo llorar, pero cuando conseguí reponerme, me fui normalmente a mi clase de Holandés. Donde descubrí en la pausa que en esa misma escuela, había un número desmesurado de españoles, que en los 3 años que llevo aquí, jamás había visto. En el grupo con el que estuve hablando, había un arquitecto valenciano, un ingeniero también valenciano, un técnico en imagen y sonido malagueño, una ingeniera palentina y otro ingeniero leonés. Todos ellos habían venido a Bélgica por desesperación, porque en sus ciudades no tenían nada que hacer mas que ver como se agotaba su paciencia esperando una oportunidad que nunca iba a llegar. Y están aquí, recogiendo fruta, poniendo tuercas en una cadena de montaje o buscando que hacer desesperadamente.

Cuando llegué a mi casa volví a llorar.