¿Alguna vez te has tropezado y echo daño el tobillo? Todos lo hemos sufrido, pero no todos nos hemos levantado y continuado, aunque sea a la pata coja.
¿Alguna vez te has dado la vuelta en el camino? No todo el mundo sabe darse esos baños de humildad.
¿Alguna vez, abandonaste el camino para cruzar campo a través, y sin brújula? Yo sí!
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